Campaña promocional ruta «De Osuna a Ronda a caballo»
El Convento de Caños Santos, Fundado por la Casa Ducal de Osuna.
Destacamos la historia de este monumento historico en la serrania de Cádiz, termino municipal de ALCALA DEL VALLE, por ser el lugar de parada y almuerzo de nuestra ruta magica «De Osuna a Ronda a caballo»
Los primeros documentos que relatan la fundacion de Caños Santos apuntan la existencia en esta zona de Valle Hermoso de una mitica ciudad “Gran Cenosia”, habitada por griegos, troyanos y romanos, que fue decayendo hasta convertirse en un pequeño poblado en tiempo de los godos (la narracion legendaria achaca a éstos la ocultacion en las grutas de la talla de la Virgen, para protegerla de la invasion árabe)
En el año 1512, el vaquero Tello Pascual, un hombre de costumbres cristianas, descubrio casualmente el manantial y la cavidad.
Por esa época, apacentaban numerosas manadas de vacas en valle Hermoso, al citado pastor se le escapaba con frecuencia una de sus reses y siguiendola llegó a un paradisiaco paraje con un verde prado y en él, junto a un manantial de aguas abundantes y cristalinas nacido de una pared labrada por el hombre, encontro a la res extraviada.
Al vislumbrar una luz procedente de la roca y tras abrirse paso entre las espinas, zarzas y juncos, descubrio atónito un viejo y largo recinto con una altura de 2´50 metros y una longitud de mas de 30 metros, en el interior diviso la bella imagen de la Virgen Maria rodeade de gran esplendor.
Tras este hallazgo se suceden los acontecimientos, propiciados por la victoria cristiana, que germinan en la construccion de la primera ermita para culto de la Virgen de Caños Santos.
La ermita de Nuestra Señora de Caños Santos fue construida en 1512 y entregada en ese mismo año a ermitaños seglares, recibiendo una gran afluencia de visitantes atraidos por los milagros atribuidos a la Virgen.
Juan Téllez Giron, IV Conde de Ureña, padre del primer Duque de Osuna, en 1543, siendo conocido el mal uso de las abundantes limosnas entregadas por los feligreses y demas caudales que pasaban por manos de los ermitaños, habla al franciscano tercero Fray Martin de las Cruces y habiendo estudiado el asunto facilitó tierras y feligresia para mantener el culto de la Virgen.
Fray Martin de la Cruces, acude a Caños Santos, portando el documento de provision, por el cual se produce la entrega de la ermita y su patrimonio para ser gestionada al amparo de la TOR franciscana.
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